Situación de la Epoca
El conflicto árabe-israelí y la etapa final de la guerra de Vietnam dominan la mayor parte de la vida política de los años 1970. El mercado del petróleo se ve sacudido por las disposiciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo que arrastra a los países industrializados a una crisis en el sector energético y por ende a toda la industria y la sociedad. Se da un bloqueo en el suministro del petróleo y ahora son las naciones productoras las que fijan los precios del combustible.
La Casa Blanca es escenario del escándalo Watergate (fue un escándalo político que culminó con la imputación de cargos a algunos consejeros muy cercanos al presidente, y con la dimisión de este) que llevó a que el presidente Richard Nixon fuera el único presidente estadounidense en renunciar a su cargo en este siglo. Al mismo tiempo, el intervencionismo del gobierno de este país ayuda a instaurar dictaduras militares afectas a Washington en varios países de América Latina.
El bloque comunista que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas logró conformar durante varias décadas, empieza a dar señales de desintegración y la potencia soviética se distancia de la China comunista, lo que trae consigo el debilitamiento de la influencia comunista en el mundo.
En Europa a pesar de la crisis energética, los países occidentales de este continente logran igualar el nivel de vida de Estados Unidos de América y los países escandinavos consiguen el más alto equilibrio económico social del mundo.
En 1979 los fundamentalistas musulmanes toman el control de Irán bajo el liderazgo de Ayatolá Ruholá Jomeini, con lo que este país se retira de la influencia occidental y se encierra en el más radical de los estados basados en la Sharia (ley islámica).
Tras el estallido de la crisis hipotecaria en EE.UU. (2007), y poco antes de su muerte (2009), Paul Samuelson dejó entre nosotros el artículo “Adiós al Capitalismo de Friedman y Hayek” donde reprocha las ideas de quienes influyeron en la configuración de órdenes financieros supuestamente “liberales”.
En opinión de Samuelson, la crisis internacional obedecía a la falta de regulación y a la excesiva libertad de los bancos. “Los sistemas de mercado no regulados acaban destruyéndose a sí mismos”, señaló. La falta de regulación permite a los banqueros adoptar políticas irresponsables al otorgar créditos deficientes y manipular cifras contables para ocultar problemas reales que luego estallarán más tarde que temprano.
La Casa Blanca es escenario del escándalo Watergate (fue un escándalo político que culminó con la imputación de cargos a algunos consejeros muy cercanos al presidente, y con la dimisión de este) que llevó a que el presidente Richard Nixon fuera el único presidente estadounidense en renunciar a su cargo en este siglo. Al mismo tiempo, el intervencionismo del gobierno de este país ayuda a instaurar dictaduras militares afectas a Washington en varios países de América Latina.
El bloque comunista que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas logró conformar durante varias décadas, empieza a dar señales de desintegración y la potencia soviética se distancia de la China comunista, lo que trae consigo el debilitamiento de la influencia comunista en el mundo.
En Europa a pesar de la crisis energética, los países occidentales de este continente logran igualar el nivel de vida de Estados Unidos de América y los países escandinavos consiguen el más alto equilibrio económico social del mundo.
En 1979 los fundamentalistas musulmanes toman el control de Irán bajo el liderazgo de Ayatolá Ruholá Jomeini, con lo que este país se retira de la influencia occidental y se encierra en el más radical de los estados basados en la Sharia (ley islámica).
Tras el estallido de la crisis hipotecaria en EE.UU. (2007), y poco antes de su muerte (2009), Paul Samuelson dejó entre nosotros el artículo “Adiós al Capitalismo de Friedman y Hayek” donde reprocha las ideas de quienes influyeron en la configuración de órdenes financieros supuestamente “liberales”.
En opinión de Samuelson, la crisis internacional obedecía a la falta de regulación y a la excesiva libertad de los bancos. “Los sistemas de mercado no regulados acaban destruyéndose a sí mismos”, señaló. La falta de regulación permite a los banqueros adoptar políticas irresponsables al otorgar créditos deficientes y manipular cifras contables para ocultar problemas reales que luego estallarán más tarde que temprano.